Revive la magia que hay en ti
Descubre cómo las microdosis de psilocibina transforman la ansiedad y el estrés en claridad y creatividad
Creado por James Fadiman, este protocolo consiste en consumir una microdosis un día sí y dos días no. El esquema permite evitar la tolerancia y observar los efectos residuales durante los días de descanso. Es ideal para quienes buscan un enfoque sencillo y estructurado, y quieren evaluar los cambios de manera gradual.
🍄 ❌ ❌ 🍄 🔁
Propuesto por el micólogo Paul Stamets, este protocolo recomienda tomar una microdosis durante 4 días consecutivos y descansar 3 días. Este método fomenta un uso continuo para maximizar beneficios como la neuroplasticidad, la creatividad y el enfoque. Stamets también sugiere combinar la psilocibina con niacina y melena de león para apoyar la regeneración neuronal.
🍄 🍄 🍄 🍄 ❌ ❌ ❌ 🔁
Este protocolo, promovido por el Microdosing Institute, sigue un ciclo de un día de microdosis, seguido de un día de transición (descanso). Es decir un día sí, y un día no. Es ideal para quienes buscan una rutina estable que permita observar beneficios tanto a corto como a largo plazo, como el bienestar emocional y la resiliencia.
🍄 ❌ 🔁
sigue un esquema fijo, lo que lo hace adecuado para personas con experiencia que saben identificar sus necesidades y cómo responde su organismo. Es ideal para momentos específicos que requieran claridad mental, creatividad o apoyo emocional.
🍄 ❓ ❔
Este protocolo implica tomar una microdosis en la tarde o noche, unas horas antes de dormir. Está pensado para quienes buscan relajarse al final del día, procesar emociones o mejorar la calidad del sueño. Aunque menos común, puede ser útil para quienes tienen dificultades para desconectar después de jornadas intensas.
🍄 😴
Elegir el protocolo adecuado dependerá de tus objetivos y estilo de vida. Si estás iniciando, el esquema de Fadiman es un excelente punto de partida. Si buscas una rutina más estructurada, el enfoque del Microdosing Institute o Stamets podría ser ideal.
Toma en cuenta que cada organismo es diferente, y la clave está en observar cómo responde tu cuerpo. Llevar un registro detallado puede ayudarte a optimizar tu experiencia y obtener los mayores beneficios.
La microdosis consiste en consumir pequeñas cantidades de psilocibina para favorecer el bienestar emocional y mental. Estas dosis son subperceptuales, lo que significa que no generan efectos psicodélicos notables, pero pueden contribuir a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo, la creatividad y la concentración.
La microdosis está diseñada para ser sutil y permitir que continúes con tus actividades diarias sin alteraciones perceptibles. Por otro lado, una macrodosis genera efectos psicodélicos intensos que afectan la percepción y las emociones. Mientras la microdosis tiene un enfoque gradual y terapéutico, las macrodosis suelen emplearse en ceremonias o terapias específicas bajo supervisión.
La microdosis tiene como objetivo reducir síntomas leves de ansiedad o depresión, mejorar el ánimo y fomentar el enfoque y la productividad. También puede ayudar a equilibrar las emociones y aumentar la resiliencia frente al estrés. Los beneficios no son inmediatos, sino que se construyen con el tiempo y dependen de cada persona.
Una microdosis generalmente equivale a entre el 5% y el 10% de una dosis completa. Por lo general, esto varía entre 0.1 y 0.3 gramos de psilocibina. Las cápsulas ya tienen dosis específicas, lo que garantiza consistencia. Es recomendable observar cómo responde tu cuerpo comenzando con la dosis más baja e ir ajustando según tus necesidades.
Existen protocolos establecidos para evitar tolerancia, como el esquema de un día sí y dos días no, o ciclos de 4 días seguidos y 3 de descanso. Es importante respetar los días de pausa para que la psilocibina mantenga su efectividad. Al utilizar cápsulas te ayudan a mantener un registro más claro de tu consumo.
El café puede combinarse sin problemas, pero en personas sensibles podría intensificar la ansiedad. El alcohol no es recomendado, ya que contrarresta los beneficios y puede generar malestar. Si tomas medicamentos, especialmente para ansiedad o depresión, consulta con un profesional antes de microdosificar para evitar interacciones.
Los efectos suelen notarse entre 30 y 60 minutos después de consumirla y duran de 4 a 6 horas. Al ser subperceptuales, los cambios son sutiles, como una mayor calma, enfoque o energía. Si es tu primera vez, dedica tiempo a observar cómo te sientes para ajustar el consumo según tus necesidades.
En microdosis, los efectos secundarios son mínimos. Algunas personas pueden experimentar molestias estomacales o ligeros dolores de cabeza al principio, pero suelen desaparecer rápidamente. Empezar con una dosis baja reduce la probabilidad de incomodidades.
Sí, pero la tolerancia se desarrolla con el uso continuo y sin pausas. Los protocolos de microdosis incluyen días de descanso justamente para evitar este problema. Seguir estas pautas garantiza que los efectos se mantengan consistentes y efectivos a lo largo del tiempo.
No es recomendable para personas con antecedentes de psicosis, esquizofrenia o trastornos psiquiátricos graves, ya que la psilocibina podría desencadenar síntomas. Tampoco debe usarse durante el embarazo o lactancia. Si tienes dudas o condiciones médicas específicas, consulta a un profesional de la salud antes de iniciar.
Aunque la microdosis es segura para la mayoría, siempre es mejor consultar a un médico si tienes condiciones médicas mentales, estás tomando medicamentos o simplemente necesitas más información. Esto asegura que puedas consumirla de manera segura y adecuada para tus necesidades.
Guarda tus microdosis en un lugar fresco, seco y protegido de la luz solar. Un frasco hermético es ideal para evitar la humedad y preservar su calidad. Si usas cápsulas, estas suelen venir en envases o empaques diseñados para mantenerlas frescas durante meses.
La microdosis está diseñada para no afectar tus actividades cotidianas, por lo que conducir o trabajar bajo sus efectos es seguro. Sin embargo, si es tu primera vez, dedica tiempo a observar cómo te sientes antes de realizar tareas que requieran mucha atención.
Los beneficios suelen aparecer de manera gradual después de 2 a 4 semanas de uso constante, dependiendo de la dosis y el protocolo. Es importante ser paciente y estar atento a cambios sutiles, como una mayor claridad mental, equilibrio emocional o reducción de síntomas de ansiedad. Es recomendable llevar un diario para registrar cómo te vas sintiendo durante el tratamiento.
Llevar un registro es útil para notar patrones y evaluar los beneficios. Anota cómo te sientes antes y después de cada microdosis, así como cualquier cambio en tu estado de ánimo o energía. Esto te ayudará a ajustar el protocolo y aprovechar mejor la experiencia.
Si después de un mes no notas cambios, revisa tu protocolo. Podrías ajustar la dosis o los días de consumo. También evalúa factores como el sueño, el estrés y la alimentación, que influyen en los resultados. Si persisten las dudas, busca orientación profesional.
La microdosis puede ser una herramienta complementaria para tratar síntomas leves de ansiedad o depresión, pero no reemplaza la terapia profesional. Para obtener mejores resultados, combínala con hábitos saludables, como meditación, ejercicio y terapia psicológica si es necesario.
La microdosis no genera dependencia, por lo que puedes interrumpir su uso en cualquier momento sin efectos adversos. Si llevabas un registro, revisa lo que aprendiste durante el proceso y enfócate en mantener los hábitos positivos que adoptaste mientras microdosificabas.
Escríbeme por WhatsApp. Si llegaste hasta aquí, seguramente ya tienes mi número.